Hablar de Urbión es también hablar de Antonio Machado. Aún hablando de naturaleza, el poeta sevillano es una importante referencia para conocer y adentrarse en este paisaje. Los grandes pinares, como los de Covaleda o Vinuesa, son una de las manchas forestales más importantes de España. Al ser de propiedad comunal, comienza a estar difundida la opinión de que los montes de Urbión nunca arden.

         Estudios geológicos han dejado establecido que Urbión debe ese espléndido ropaje de pinos, a la peculiar condición de sus rocas calcáreas, erosionadas por los glaciares y también, a su clima húmedo. El macizo está flanqueado a la derecha por el Puerto de Santa Inés, que permite el paso a la Sierra de Cameros, y hacia el oeste con otra sierra, la de Umbría.

        El pasado glaciar de esta sierra formó multitud de pequeñas lagunas, la Helada, la Larga y la Laguna Negra, esta última, cortejada por la poesía y bellísima por su propio natural, está encajada a 2200 metros de altura, entre paredes graníticas y bordeada por infinidad de pinos y hayas de enorme tamaño, dándole un aspecto oscuro en sus aguas lo que le ha convertido en uno de los parajes más fascinantes y enigmáticos.
 


Leyendas de la Laguna Negra

         De la Laguna Negra la leyenda cuenta que no tiene fondo, que la agitan poderosos remolinos. De ella dijo Antonio Machado que sus aguas son puras y silenciosas y en ellas se guarda el impasible reflejo de las estrellas.  

       Cuentan las leyendas que la Laguna Negra es insondable, que es un Ojo de Mar, que  se comunica con él y por eso tiene flujos y reflujos, pero la verdad es que es un bello cuenco para las aguas y deshielos de la Sierra de Urbión y que no llega a los 10 metros de profundidad.

         A Pío Baroja, cuando subió aquí en 1901, le contaron también que ruge y forma tempestades. Rugidos que los aldeanos pensaban que provenían de enormes animales acuáticos.

         Santiago Escribano dice que se pensaba también que había una bella ondina, de cabellos negros, que vivía en el fondo de la Laguna y que atraía a los hombres hasta su orilla, atrapándolos y arrastrándolos a honduras abismales; leyenda que recuerda mucho a la de Bécquer, “La Corza Blanca”, que ubica en la ladera soriana del mágico Moncayo. También se habla de un hombre terrible que vive en la cueva de la Laguna protegiendo un hundido arcón con onzas de oro.

         De entre las muchas leyendas que se atribuyeron a la Laguna Negra, hay una que merece la pena destacar: el parricidio de Alvargonzález, reflejado en “La Tierra de Alvargonzález”, escrita por Antonio Machado.

         Cuenta la leyenda que un mozo llamado Alvargonzález heredó de sus padres ricas tierras. Teniendo casa, ganado y huerta, tomó por esposa una linda moza de tierras del Burgo. Vivieron felices y tres hijos tuvieron. La envidia armó pelea en el hogar de Alvargonzález. Casáronse los dos mayores y el buen padre tuvo nueras que sólo pensaban en la herencia que les cabría tras la muerte de Alvargonzález. Una mañana salió sólo el buen padre y decidió descansar bajo un olmo. Se fue quedando dormido y soñó que sus hijos vendrían a matarle y al abrir los ojos vio que era cierto lo que soñaba. Mala muerte dieron al buen labrador: un hachazo en el cuello y cuatro puñaladas en el pecho. Al padre muerto arrastran hasta la Laguna Negra, que no tiene fondo, y allí lo arrojan con una piedra atada a los pies. Nadie osó acusar a los hijos del crimen.
 

"Cuando la tarde caía
entre las vetustas hayas,
y los pinos centenarios, 
un rojo sol se filtraba.
Era un paraje de bosque
y peñas aborrascadas;
aquí bocas que bostezan
o monstruos de fieras garras;
allí una informe joroba,
allá una grotesca panza,
torvos hocicos de fieras
y dentaduras melladas, 
rocas y rocas, y troncos
y troncos, ramas y ramas. En el hondón del barranco la noche, el miedo y el agua".
ANTONIO MACHADO
(Laguna Negra)

              Desde la Laguna Negra se puede iniciar a pie la ascensión al Pico de Urbión (2.229 m) pero actualmente se puede llegar hasta las proximidades de la cima por un camino practicable para los automóviles. Ya en la cumbre del Urbión la vista alcanza, por encima de todo, las estribaciones de los Pirineos, los montes de Oca y los montes de Pela y Ayllón.


más información sobre la Laguna Negra en:

http://soria-goig.com/Rutas/pag_0420.htm