Revenga es uno de los conjuntos territoriales o entornos naturales e históricos más importantes de la provincia burgalesa, con 150 has. de terreno.

         Quintanar, Canicosa y Regumiel forman una mancomunidad gozadora del dominio de Revenga y de su santuario. El término de Revenga está situado en la confluencia de estos tres pueblos: al norte del municipio de Canicosa, sureste del de Quintanar y suroeste del de Regumiel. Equidista aproximadamente 3 km de cada uno de ellos. Le atraviesa la carretera comarcal Salas-Cidones, complementaria de la nacional 234 Burgos-Soria en la red de comunicaciones de la comarca pinariega.

         La Revenga de hoy es un conjunto donde se levantan la casa consistorio de pórtico corrido (construida en el siglo XVIII y remodelada en el año 1993), la ermita (misma época), un crucero igualmente del siglo XVIII, fuente y quiosco (ambos creados en 1995 por el distrito forestal) y un área de esparcimiento con mesas y sencillos hornos de asar.

         La parroquia de Revenga, según se recoge en documentos históricos, estuvo dedicada a los apóstoles Felipe y Santiago, de ahí que se celebrara el 1 de mayo, festividad de los titulares. Sucesivos traslados de la fecha original se acordaron por buscar un tiempo más benigno y últimamente por facilitar a los muchos que han abandonado el terruño a volver a su comunero, aunque también por haber adquirido un mayor talante de atracción turística.

         La romería de Revenga, villa desaparecida hace centurias, es de las más típicas de la provincia: acuden las tres villas con sus ayuntamientos y clerecías, presididos por sus cruces y pendones. Hay una liturgia de saludos. Luego se honra a Nuestra Señora, se la pasea y se la baila. Es un día, último domingo de mayo, en que hierve el pinar con afecto y color y una excelente oportunidad para visitar el lugar y la pobladísima necrópolis cercana.
 

       
         Mozas ataviadas del traje típico del pueblo “capitulante”, que ha gestionado durante el año las cuentas y vigilado el entorno del comunero, portan en andas a la Virgen. Siguen danzas con la actuación de dulzaineros y de diferentes grupos folklóricos y se entona el canto de “La Serranita”:

   

"Con las mozas de la Sierra
poca broma has de gastar.
Por las buenas lo que quieras
por las malas ni pensar".

         En la romería de los tres pueblos comuneros que vibran en honor de la Virgen serrana se cantan además coplas de amor como:

"A la Virgen de Revenga
un serrano le pidió
el amor de una serrana
y la Virgen se lo dio".
 

        Revenga se encuentra a 2700 metros de Quintanar y fue cedido por el Monasterio de Arlanza en 1481. Poblado, en sus tiempos, a la sombra de dicho Monasterio y que en el s. IX, con Quintanar-Bustomediano, daba al Obispado de Valpuesta 34 maravedís para los maitines del domingo. Hoy la casa y ermita reconstruida en 1920. Cuenta con una magnífica necrópolis.

         El río Torralba lame los pies de la ermita y trae a la llanura las cuitas de las cumbres. Fuente de Revenga y Fuente La Teja dan agua limpia y tan fresca que los dientes dicen basta, al ser atravesados por su frescor en plena canícula.

         Diseminadas entre los pinos y el verde césped se encuentran muchas mesas y varias cocinas, hechas de modo rústico y firme, de acuerdo con el paisaje. Allí, más de una vez, pasa el cangrejo del retel al plato, haciendo las delicias del paladar.

         Para que no falte nada está José, que en su caseta, tipo Canadá, nos ofrece bebidas variadas y el sabor de un buen café.